He comentado con mis alumnos la 'situación' catalana, como supongo que otros muchos colegas. La experiencia para un jurista formado en la soberanía constitucional es dolorosa, pero instructiva. Así, es posible comprender qué significa 'estar al margen de la Ley', dónde se sitúa quien ocupa ese 'espacio' del 'afuera' y que no hay en él; ni normas, ni principios, ni derecho natural mínimo, ni moralidad mínima (vg.: honestidad; aquel honeste vivere, primera de las tria regulae iuris romanas, las tria iuris praecepta).
Joseph Conrad, como en Heart of Darknees, hubiera dicho '¡El horror, el horror'. Pero Heidegger lo hizo más crudamente: habló de 'Walten'; está en un fragmento de Die ontotheologische Verfassung del Metaphysik (1957).
Una Gigante Bestia –lo escribió Jacques Derrida en su Seminario La bestia y el soberano (vol II: 2002-2003) y mucho antes Hobbes, con Behemoth, cuya sola recordación me causa dolor extremo– de la que están ausentes todas las figuras o las determinaciones teleológicas y políticas –y sobre todo ontoteológicas– de la soberanía; algo, algo “tan soberano, ultra-soberano que desborda toda configuración histórica de tipo ontoteológico y por tanto también teológico-político”.
O sea, Conrad, Heart of Darknees; o sea, '¡El horror, el horror'.
Joseph Conrad, como en Heart of Darknees, hubiera dicho '¡El horror, el horror'. Pero Heidegger lo hizo más crudamente: habló de 'Walten'; está en un fragmento de Die ontotheologische Verfassung del Metaphysik (1957).
Una Gigante Bestia –lo escribió Jacques Derrida en su Seminario La bestia y el soberano (vol II: 2002-2003) y mucho antes Hobbes, con Behemoth, cuya sola recordación me causa dolor extremo– de la que están ausentes todas las figuras o las determinaciones teleológicas y políticas –y sobre todo ontoteológicas– de la soberanía; algo, algo “tan soberano, ultra-soberano que desborda toda configuración histórica de tipo ontoteológico y por tanto también teológico-político”.
O sea, Conrad, Heart of Darknees; o sea, '¡El horror, el horror'.
J.C.G.